Criminalidad en Venezuela
Desde temprana edad inicia en los medios con participaciones en voz comercial de su natal Puerto Plata.
En prensa escrita destacó como reportera de investigación y columnista en rotativos decirculación nacional en República Dominicana.
Reportera y asistente de Editor en El Sol Latino, semanario de la ciudad de Filadelfia Pensilvania. Dado sus destacados logros y liderazgo dentro del medio periodistico en dicha ciudad, fue seleccionada por dos años consecutivos(2005 y 2006) como Personalidad del Año en Hispanic Choice Awards.
Su versatilidad y dinamismo como periodista especializada en deportes, se solidifica en Estados Unidos al crear su columna “ Rincón Latino”.
Ha sido comentarista invitada en la cadena en español de Los Filis, equipo profesional de beisbol de la ciudad del Amor fraterno.
Fue reconocida por la premiación Mundo Latino, como “Mejor reportera hispana” en el 2003. Realizó algunos programas especiales para la filial de Univision, en Filadelfia.
Es egresada del Instituto de Liderazgo Latino, en la primera promoción en el 2002.
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De ser un país de ensueño, productivo, con fuentes de trabajo para todos los niveles y poseer una infraestructura de inversión rentable, Venezuela es en la actualidad un país violento que sus propios ciudadanos están viviendo una pesadilla por la inseguridad.
El azote que arropa la delincuencia en cada comunidad del país suramericano, ha provocado un exilio involuntario de miles de venezolanos, que cruzan fronteras con la intención de hacer vida en cualquier otro país.
Un crimen que ha llenado de indignación a Venezuela, cuyas víctimas era una pareja llena de ilusiones y planes de retornar a su patria, es la actriz Mónica Spear y su pareja Thomas Henry Berry. Ambos fueron asesinados en una carretera donde viajaban con su hija menor de edad. Según reportes policiales, el móvil del asesinato fue el robo. La hija de los occisos sobrevivió, convirtiéndose en otra víctima de la orfandad al igual que decenas de niños que son parte de esa desafortunada estadística.
Una muerte es motivo de dolor, pero, en esta ocasión esos asesinatos, le han puesto rostro a esa ola criminal que se vive en cada rincón de Venezuela.
La policía hizo un trabajo intenso que logra la captura de los asesinos de la pareja y se reporta que entre los imputados hay menores de edad, una mujer y otros antisociales. Sin embrago, eso no basta. Hay que unir voluntades porque si alguien es testigo de una acción delictiva y se calla, es igual de responsable que los delincuentes. Es hora de despertar y el tema de seguridad debe ser tratado como una prioridad inmediata a nivel de toda la nación venezolana.
Que el presidente Maduro haya convocado al país a la elaboración de un plan de seguridad, es lo más ecuánime que se ha visto desde su llegada al poder. No hay que dejar enfriar ese suceso que cunde de pánico a los venezolanos, con sobrada razón porque los delincuentes no se miden en hacer un atraco y marcharse, también quieren saciar su maldad cegando vidas.
Que no se quede en palabras y planes, esa alerta que ha rodado el mundo, porque como expuse anteriormente las personas muertas por la relevancia de sus vidas, actriz y ex reina de belleza y un empresario que estaban planeando un retorno a su patria, aumentarán con sobrada razón a cualquier venezolano que tuviera esa intención del regreso a la patria.
La violencia que no se enfrenta, se hace una especie de huracán, que invade sin medida cuanto las autoridades civiles, militares y los ciudadanos lo permitan. No más asesinatos, que queden impunes y sobre todo que el pueblo se sume a frenar esa ola delictiva que ha roto la felicidad, armonía y sosiego de esa productiva nación.