Propuesta a la Liga Dominicana de Béisbol Profesional

A propósito de que el pasado 15 de septiembre se cumplieron 52 años del histórico juego donde los Hermanos Rojas Alou, Felipe, Mateo y Jesús, patrullaron los jardines de los Gigantes de San Francisco (1963), en un partido celebrado contra los Piratas de Pittsburgh, en el Forbes Field, constituyendo este hecho la primera y única vez en la historia del béisbol de las Grandes Ligas que tres hermanos han patrullado simultáneamente los jardines de un equipo, me permito, una vez más, hacerle un llamado al seno de la Liga de Béisbol Profesional (LIDOM) y a los seis equipos que la conforman. 

hermanos-alou-3 Antes de proceder a explicar en qué consiste nuestra propuesta, procederemos a explicar cómo sucedió el hecho antes expuesto en el primer párrafo. Felipe abrió el partido como jardinero derecho, Jesús sustituyó a Willie McCovey como jardinero izquierdo en la sextra entrada y luego, Mateo sustituye, cerrando el octavo, a Willie Mays en el jardín central. 

Este llamado que le hacemos a la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) y a los seis equipos que la conforman, en especial a los Leones del Escogido, equipo en el cual estas glorias deportivas vieron pasar sus mejores años y deleitaron con orgullo y épicas actuaciones a los fanáticos dominicanos, se circunscribe única y exclusivamente a lo que ha sido una constante, modestia aparte, en nuestra labor como periodista deportivo: destacar y reconocer en vida a nuestras glorias deportivas.

HERMANOS ALOU
HERMANOS ALOU

¿Porqué resulta tan difícil hacerle un monumento y/o una estatuta a los Hermanos Alou en la explanada del Estadio Quisqueya?¿Porqué no se designa al Munipio de Haina con el nombre de los Hermanos Rojas Alou?.

Al analizar la triste realidad de nuestro país con respecto a nuestros héroes deportivos, sólo pienso en la célebre frase que reza: “Oh América infeliz, que sólo te acuerdas de tus grandes hijos cuando ya son tus grandes muertos”.

Honestamente, les confieso que me dio mucha rabia e impotencia cuando Don Felipe Rojas Alou, esa montaña de honor, respeto y legado, me dijo en una entrevista en los Estudios de MLB Network, hace aproximadamente un mes, lo siguiente: «Debe haber un lugar más visible para la Familia Rojas Alou»…

La misma rabia e impotencia experimenté cuando Don Osvaldo Virgil, primer dominicano en debutar en Grandes Ligas, me dijo estas palabras: «Mi último deseo antes de morir es que le pongan mi nombre aunque sea a una gallera»…

El Maestro Don Alvaro Arvelo hijo, nuestro mentor y guía en la crónica deportiva, ha mantenido, de manera estoica y admirable, una cruzada a favor de que a nuestras glorias deportivas se les de el lugar y la aquiescencia que merecen. En esa tesitura, Don Alvaro ha ponderado y sugerido que la provincia Montecristi sea designada con el nombre de Osvaldo Virgil, primer dominicano en debutar en las Grandes Ligas.

Asimismo, Don Alvaro fue el ideólogo de que el Estadio Quisqueya haya sido designado como «Estadio Quisqueya Juan Marichal», así como otras tantas sugerencias que persiguen como fin ulterior, honrar nuestros héroes deportivos.

Tanto Osvaldo Virgil como Felipe Alou tienen méritos más que suficientes para que sus respectivas peticiones sean cumplidas y satisfechas. 

Ambas glorias deportivas han sido constante en este aspecto y han manifestado que después de su muerte, les han manifestado a sus respectivas familias que no asistan a ningún homenaje o reconocimiento a sus personas.

¿Cómo es posible que a nuestras glorias deportivas le paguemos de esta forma, lo ignoremos y no le queremos reconocer en vida su legado de trabajo, respeto, disciplina y honorabilidad a las futuras generaciones de dominicanos?.

Es cierto que vivimos en una sociedad afectada por una gran inversión de valores, no obstante, soy de los que aún estamos dispuesto a seguir luchando por hacer de este país una patria digna y de la cual nos debemos sentir orgullosos de ser sus hijos.

Espero que esta humilde sugerencia pueda calar en el seno de nuestra Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) y sus seis equipos. «Honrar honra».

Tengo la certeza y la firme convicción de que el pueblo dominicano sabrá aquilatar en su justa dimensión el significado de reconocer en vida a nuestras glorias deportivas.

Apelo a la sensibilidad de todo aquel que pueda leer estas líneas, a fin de que, entre todos, llevemos a cabo una cruzada para que esta propuesta se convierta en realidad…

Cuento con ustedes…!!!

Hector Gomez
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