Odebrecht ‘construye’ caos en Latinoamérica

Arelis Reynoso
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Los sobornos que alegadamente repartió la constructora Odebrecht en América latina ha destapado una especie de «olla de grillos» que ha hecho sucumbir la alicaída clase política de varios países que a cambio de dinero han vendido hasta las conciencias de los actores que protagonizan el mayor escándalo de corrupción hasta ahora destapado en América.

Peru, Colombia, Venezuela, República Dominicana, Ecuador, por citar ejemplos están ante el escrutinio público de sus respectivos organismos de investigación.

La corrupción que salió a flote por parte de informaciones desveladas por Estados Unidos, cambio la «jugada» que políticos y hombres de supuesta honorabilidad que pensaron nunca serían descubiertos.

No se sabe a ciencia cierta los verdaderos motivos por los cuales USA reveló esos datos, que develan la pirámide corrupta que tiene inmersa a América latina. Mientras podría tratarse de una especie de castigo por ser la nación que desembolsa préstamos a la mayoría de los países que hoy se encuentran en el ojo de un gran huracán y empresas norteamericanas no lograron ser consideradas para construir vías y obras de grandes presupuestos en los países envueltos en los escándalos.

Reseño estas premisas, partiendo de que grandes negocios donde se envuelven millones de dólares han sido concedidas a Brasil y no a USA.

Pudiera tratarse de un conflicto de intereses donde sin dudas la nación más poderosa del mundo ha quedado al margen de ganar concursos para obras de gran envergadura e importancia. Mientras el FMI y el Banco Mundial hacen préstamos a países latinoamericanos, Brasil no sólo logró instalarse como consorcio que sacó de circulación a empresas locales ( de países afectados) del negocio de la construcción, sino que le dobló el pulso a USA llevándose los dividendos que bien pudieron ser ganados por el poderoso sistema norteamericano.

Odebrecht logró acaparar la atención de los sedientos candidatos a la presidencia de sus países, donde por ejemplo en Perú varios ex presidentes han sido citados por la justicia, para responder las imputaciones que reposan en la PGR por estar señalados como corruptos que aceptaron sobornos a cambio de que se les concedieran las obras por las cuales concursaron.

La grotesca manera de operar de Odebrecht deja claro que los escrúpulos del incumbente de dicha empresa hoy encarcelado en su país, no tenía límites.

Las reuniones con los futuros presidentes y los presidentes en funciones con Marcelo Odebrecht lograron que su accionar se hiciera ante los ojos de esos países.

CON LA MEDIACION DE LULA Y SOBORNOS LA EMPRESA LOGRO CONTRATOS EN MUCHOS PAISES DE AMERICA LATINA POR DECENAS DE BILLONES DE DOLARES EN AL ULTIMA DECADA

Un personaje clave en esa entrada VIP de Ejecutivos de Odebrecht en Latinoamérica, es Lula Da Silva, quien viajaba la primera vez con el jefe supremo del consorcio y de manera diligente «vendía» gente clave para que se encargarán de montar los estrategas políticos que habrían de planificar toda una estructura podrida de sobornos y cundida de irregularidades.

Los candidatos y presidentes no estaban solos, alegadamente los proyectos ganados por Odebrecht eran aprobados sin dificultad por el Senado y la cámara de diputados de los países ahora en la palestra.

Es decir que el «blindaje» estaba montado para no fallar y una vez los legisladores recibían sus divisas, se sembró esa pirámide mafiosa que se ha destapado por motivos completamente distintos a los que hoy conocemos.

Reza un refrán popular «el amor y el interés se fueron al campo un día y más pudo el interés que el amor que se tenían». Encaja a la perfección en parte de las aristas que concatenan esas ramas del sistema operativo de Odebrecht.

Las fortunas en tiempo récord de los funcionarios y nuevos ricos que ya sea como presta nombres o socios de los dueños del dinero salieron a la luz pública, fueron demasiados notorias.

Informaciones clasificadas, se compartieron a través de intercambios del Departamento de Estado de USA y países de Latinoamericanos y el 2017 sigue su curso a paso lento, pero se espera que se llegue hasta las condenas de los responsables de tantas bondades inmerecidas.

Mientras decenas de miles de nuevos profesionales de América latina, no pueden aspirar para lograr un empleo, basta que una sobrina, ahijada o allegados de los que gobiernan una nación los favorezcan con una posición aún sea sin graduarse de una universidad o instituto de capacitación.

Duele, que la nueva cara de la corrupción arropa una Latinoamérica que debe estar unida por esperanza y trabajo para intercambiar entre todos. Sin embargo, quedan impunes los casos por más escandalosos que sean.

Indigna, que estos estilos que han existido desde siempre, pero que se manejaron a discreción de los protagonistas, que sabiendo sus faltas lograban escabullirse de esas mafias organizadas en países del tercer mundo.

Pero no basta indignarse, las nuevas generaciones que ahora contamos con redes sociales que han logrado sacar al desnudo lo que era visto con lupas o binoculares, deben reaccionar y tomar acciones tendientes a tumbar las mafias establecidas en cómodos despachos y ministerios que se jactan de vender la imagen de víctimas, donde sus victimarios les pisan los talones a diario.

PAISES EN LOS QUE ODENBRECHT TIENE NEGOCIOS E INTERESES

Que se pase de la palabra a los hechos y que haya tribunales especiales para investigar y acusar formalmente, pero que haya voluntad de hacer que cada persona involucrada pague por sus robos, simulados en elegantes atuendos de diseñadores famosos.

Latinoamérica merece un futuro promisorio, lleno de prosperidad, diáfano y que sea motivo de orgullo para las futuras generaciones.

Le toca al pueblo despertar y hacer valer su voluntad que es lo que fortalece las soberanías. El escándalo de corrupción de Odebrecht tiene que ser tomado en serio y la justicia debe ponerse la venda a la hora de juzgar. No pueden haber corruptos favoritos para ser favorecidos con una impunidad permisiva a los grupos que gobiernan las naciones que están envueltas en el atolladero que destapó USA y que encabeza Brasil por el Caso Odebrecht.

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