No Hit No Run, Inédito.

John Means, de los Orioles, lanza juego casi perfecto contra Mariners.

Felo González

John Means demostró una vez más su condición de As de la rotación de los Orioles el miércoles, tirando un juego sin hit ni carrera contra los Marineros en el T-Mobile Park.

Han transcurrido 121 años en la historia moderna de las Grandes Ligas, y en ese período ha habido solamente 23 ocasiones en las que un pitcher  ha alcanzado la perfección. Para el resto de los lanzadores, la perfección es una fantasía fugaz y quedarse cortos no es una falla sino una certeza.

El zurdo logró el primer no-hitter en un juego completo para Baltimore desde que lo hizo el Salón de la Fama Jim Palmer en 1969. Se trata del tercer juego sin hit ni carrera en Grandes Ligas este año, después de Joe Musgrove y Carlos Rodón.

La hazaña de Means representa el décimo no-hitter en la historia de la franquicia de los Orioles, seis en Baltimore y cuatro en San Luis como los Carmelitas.

John Means vivió en carne propia, el miércoles por la tarde en Seattle, uno de esos episodios insólitos, inéditos de registrar.

Ponchó a 12 bateadores sin otorgar boletos para completar el primer juego sin hit ni carrera de un lanzador de los Orioles en más de medio siglo, lo único que impidió que Means se adjudicara el primer juego perfecto en la larga historia de la franquicia fue un tercer strike en el tercer inning que no pudo ser atrapado por el catcher.

Sam Haggerty, Mariners, hizo un swing a la curva de Means, pero al receptor Pedro Severino se le fue de las manos, avanzandoa primera base. Momentos después, el dominicano atrapó a Haggerty, quien intentaba robarse la segunda base.

Así se vivió el momento inédito del partido:

Severino pudo salir airoso al momento de recibir la curva de Means con cuenta de 1-2 en piconazo con Haggerty en la caja de bateo, lo que permitió que la bola se le colara entre las piernas y se fuera hasta el backstop. El bloqueo de pitcheos y una buena recepción en general ha sido un área de enfoque para Severino desde que se convirtió en el careta titular de Baltimore en el 2019; el dominicano quedó empatado en el liderato de MLB con cinco pasbols (passed balls) en 2020, y actualmente ocupa el sótano en Carreras Derivadas de Strikes Extras de Statcast esta campaña. Había tenido siete intentos fallidos por sacar a un corredor en las bases antes de poner fuera de circulación a Haggerty.

 

“Era mi trabajo bloquear ese lanzamiento, entonces, cuando intentó robar la segunda base, traté de hacer el mejor tiro posible para tratar de ayudar a Means”, aseguró Severino. “Él habría lanzado un juego perfecto hoy si yo no hubiese dejado pasar esa curva entre mis piernas. Me sentí un poco mal. Pero aun así logró anotarse el no-hitter y al final pudimos celebrar”.

El partido continuó, Means estaba cerca de hacer historia. Su juego sin hit ni carrera vivirá con una etiqueta única:

Ser el primer no-hitter no perfecto en el que el equipo contrario no negoció boleto, no recibió un bolazo ni se embasó por error. Efectivamente, fue el primer no-no en la historia de las Mayores en el que el único corredor se embasó porque el receptor dejó caer un tercer strike.

“Está bien – le puede pasar a cualquiera”, exclamó Means. “No tengo ningún problema con ello. Honestamente, estoy contento por haber lanzado toda la ruta. Estaba estancado en la séptima entrada, eso era lo más lejos que había podido llegar [en mi carrera]. Haber logrado lanzar la octava y la novena – realmente estoy bien feliz por eso. Pero ustedes saben, lograr un buen no-hitter – no me importa que no haya sido un juego perfecto”.

El único bateador de los Marineros que se embasó fue Sam Haggerty en el tercer inning, cuando se ponchó pero alcanzó la primera base al ser el tercer strike un lanzamiento desviado. Haggerty luego fue atrapado en intento de robo, lo cual significa que Means se enfrentó al mínimo de 27 bateadores.

Los Orioles de Baltimore terminaron venciendo a Los Mariners de Seattle 6 x 0.

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