Daño por Influencia en una isla que llora

Revisando episodios en la crianza de mis hijos y leyendo sucesos de los aconteceres en la Rep. Dom. así como varios conceptos de expertos en asuntos de la conducta humana, me he animado a puntear  unas lineas sobre el desarrollo mental del ser humano.

Estudiosos sustentan que desde la edad o y hasta los 8 años, el proceso de formación del cerebro se encuentra en un estado de subconsciencia, es decir,que los asuntos relacionados con la lógica del cerebro no está formada.Razones suficientes para que los adultos encuentren la necesidad de inyectar en los menores los modales, hábitos y rutinas que sirvan de guía en los caminos que se ha de caminar durante nuestras vidas, y evitar la formación de una  sociedad en decadencia.

Cimentar fuertemente una educación protegida por el amor y el bien, por una disciplina estricta y sistemática, seria sin dudas la garantia de una población adulta que en lugar de hacer daño a su medio beneficiara a su entorno, eso que los expertos llaman, la edad social ,comienza a los 12 años,tiempo

en que se experimentan cambios drásticos en la gente,’esos, a quienes llamamos adolescentes, se inclinan a compartir más tiempo con sus compañeros de la escuela, en la Internet,deportes,amigos de afuera de su hogar,asunto éste que debía llamar a la atención de padres y tutores.

El ambiente social del crío debe ser sano, una muestra de cómo han ocurrido las cosas, es lo que se vive como consecuencia de la pérdida del escrúpulo, nadie se asombra al ver que la corrupción pierde su nombre, para llamarse funcionario, ministro o representante, afectando a la nación de manera creciente, es que al revisar el proceder del 100 x ciento con funciones de ejecutorias, 80 de cada 100 están hurtando, han hurtado o pretenden hacerlo.

El buen comportamiento social del individuo, se tiene que construir en ambientes que no alteren la moral que la integridad provee, personas equivocadas en compañía de menores en lugares hostiles, sin dudas dañan sinequanón, y pueden resultar catastróficas en la vida de una persona menor de 20 años.

Sigmund Freud, uno de los tratantes más leídos en asuntos de conductas, expresó su creencia de que las malas compañías influyen para mal, y es que desde los 12, y hasta los 21 años el cerebro humano se encuentra aún en formación, ese ciclo se completa justamente a los 21 años de edad, lo que explica la fragilidad de los jóvenes ante las influencias que pueden ejercer para sus vidas personas de conductas inapropiadas.

Es que una mente en formación, que abuse de sustancias nocivas, tóxicas, cigarros, alcohol, mariguana, cigarrillos y las otras peores, malogra el desarrollo plena, dejando secuelas que pueden derivar en un desarrollo tardío y deficiente.

Dar mensajes claros y precisos a los hijos en las edades en desarrollo, es beneficiarse en la construcción de la sociedad venidera, con ciudadanos capaces y de correcto proceder.Establecer las reglas en los hogares y escuelas es tarea de padres y maestros.Respetar las leyes del país y predicar en cada acción,es tarea de los partidos políticos, como hizo Don Juan, formó cuadros de estudios, daba ejemplos y seguimientos a sus adeptos, aunque hoy se vea en el olvido.

Las consecuencias funestas que han llevado al país al derrotero que hoy vive, puede tener razones causales en la formación de la conducta humana de sus ciudadanos.

Sonia Matos
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