Mets suben a Rafael Montero; debutará frente a los Yankees

Los Mets de Nueva York subieron al joven lanzador Rafael Montero, uno de los principales prospectos de pitcheo de todo el béisbol organizado de los Estados Unidos.

Montero, nativo de la comunidad de Higüerito, Bánica, en la provincia Elías Piña, debutará mañana miércoles frente a los Yankees en la denominada serie del Subway.

El novel lanzador ocupará el turno en la rotación del también lanzador quisqueyano Jenrry Mejía, quien en lo adelante será usado en el bullpen como relevista largo.

Este año, lanzando para el equipo Las Vegas 51st, en AAA, en la Liga de la Costa del Pacífico (PCL), en 8 Salidas, Montero tuvo record de 4-1, ERA 3.67, 41.2 IP, 30 H, 17 CL, 18 BB, 41 SO, WHIP 1.15.

De por vida en Liga Menor en 4 años (2011-14), Montero exhibe marca de 32-17, ERA 2.63, 390.0 IP, 317 H, 114 CL, 19 HR, 85 BB, 367 SO, WHIP 1.03.

Cuando debute, Montero se convertirá en apenas el cuarto jugador nativo de la provincia Elías Piña en jugar en las Grandes Ligas. Se unirá a Sergio Valdez, Braulio Castillo y Carlos Peguero.


Su reacción al recibir la noticia

Entrevistado en exclusiva por este redactor, Montero dijo sentirse muy emocionado al recibir la noticia de su ascenso a Las Mayores.

«Cuando me lo notificaron no lo podía creer. Es lo que siempre había soñado. Gracias a mi madre Ramona y mi padre Rafael por siempre estar pendiente de mi, a mis hermanos y toda mi gente de Higüerito, en Bánica, pueden estar seguros que no los defraudaré», sostuvo.

Ante la pregunta de qué expexctativas tiene con respecto a su debut frente a los Yankees de Nueva York, Montero indicó que «siempre trataré de hacer mi trabajo de la mejor manera posible, sin importar el equipo al que me toque enfrentarme», significó.

Montero ha tenido un ascenso meteórico. Fue firmado a los 20 años y en apenas tres años, tiene 23, ha llegado al béisbol de las Grandes Ligas.

Abordado sobre su rápido ascenso a Las Mayores, Montero indicó que «lo primero es darle las gracias a Dios, he gozado de buena salud, he tenido el apoyo de mis familiares y amigos, y, sobre todo, siempre me he mantenido enfocado en lograr mi objetivo», manifestó.

Al ser cuestionado sobre lo tarde que fue firmado al profesionalismo, Montero sostuvo que «no importa a la edad que tu firmes, lo importante es mantenerte enfocado, sin escuchar a aquellos que te dicen que tu no puedes llegar, de hecho, cuando me firmaron, muchos se burlaban de mi, incluso decían: «y a dónde piensa llegar este viejo?», pero ese tipo de comentarios te sirven de motivación, pues te enfoques en demostrarles que están equivocados», acotó.

Las mismas situaciones se originaban por su tamaño. Montero no es el típico lanzador alto. En ese sentido, destacó que «cuando me criticaban por mi tamaño, siempre les hablaba de Pedro Martínez, quien siempre ha sido mi ídolo. Cada vez que me decían que con mi tamaño no llegaría a ningún lado, le ponía como ejemplo los logros obtenidos por Pedro, él siempre ha sido mi guía y mi ejemplo de superación», manifestó.


La travesía de un prospecto subestimado

Desde su salida de Higüerito -su pueblo natal, en el lejano Bánica- a probar suerte como lanzador prospecto en las afueras de la capital del merengue, hasta su firma tardía y subsecuente arribo a suelo estadounidense, Rafael Montero ha ido forjando una historia digna de ser contada.

Una travesía que lo ha visto salir de la nada y convertirse en uno de los principales prospectos de picheo de los Mets de Nueva York. Un proceso en que ha tenido que imponerse y sobrepasar la incredulidad que provocó en scouts su contextura y tamaño (6’0), causa y efecto de su firma a los veinte años, edad considerada por los escuchas como tardía para firmas. La realidad es que su talento y dedicación han ido imponiéndose en cada batalla.

Desde que ese talento se esparció entre la cal y la grama de la Liga de Verano en la isla caribeña, Montero enseñó sus mejores armas: excelente control y dominio de su repertorio. Rápidamente, fue trasladado a la Liga de la Costa del Golfo, donde siguió mostrando su gran potencial, y bruscamente fue ascendido a la Liga de los Apalaches (Rookie), para finalizar en la Liga de Nueva York-Pennsylvania (Clase A Corta). Todo esto en 2011, su primer año como pelotero profesional.

De deslumbrar en el 2012 en las diferentes categorías de Clase A -con una sobresaliente actuación que le mereció el galardón de Lanzador del Año de su organización- pasó a un 2013 de ensueño. Rafael hizo saber desde el principio de esa campaña que su actuación hasta el momento no había sido casualidad. En su primer mes en Doble A logró maniatar a la oposición a promedio de bateo de .188, con efectividad de 1.95 en 27.2 innings, en las que ponchó a 35 contrarios. Continuaría avergonzando a los bateadores de la Liga del Este hasta la segunda semana de junio, cuando fue promovido a Triple A. El equipo Las Vegas 51s (sucursal Triple A de los Mets) juega en la liga de la Costa del Pacífico, una liga de bateadores, y el estadio de los 51s es considerado uno de los parques más amigables para los bateadores.

Tanto así, que algunos equipos no envían a sus mejores prospectos de pitcheo a la PCL, por temor a dañar su confianza. En el primer mes en Las Vegas se le vio menos efectivo, concediendo un promedio de bateo de .291. Parecía como si por primera vez Montero no encajaría tan rápido en una liga. Sin embargo, en agosto demostró que era solo cuestión de adaptación, y para muestra cerró la temporada de forma asombrosa, luciendo una efectividad de 1.40, con 37 ponches y apenas 6 transferencias, en sus últimas seis aperturas.

De su arsenal, el control es lo que más llama la atención de scouts y evaluadores, y es lo que lo distingue de otros buenos lanzadores prospectos de los Metros, como Noah Syndergaard y Jacob DeGrom. No es para menos. Basta resaltar que solo ha otorgado 67 boletos en sus 348 1/3 entradas de labor en ligas menores.

Su repertorio incluye una dosis de rectas y slider, con un cambio de velocidad promedio. Es capaz de lanzar su bola rápida de manera constante entre 91 y 93 millas por hora, a veces tocando las 95.

Cada vez que lanzó en un nivel más avanzado, su tasa de ponches saltó de ser simplemente promedio a sobresaliente. Además, los scouts resaltan su agresividad e inteligencia en el manejo de su repertorio en momentos de presión.

Y si hablamos de su comportamiento y ética de trabajo, tanto dentro como fuera del terreno, se le podría asignar un 100. Los entrenadores hablan bien de su conducta y de su capacidad de interacción. Montero es el tipo de joven que cualquier conjunto desearía tener en sus filas.

Recta: 60-60 / Cambio de Velocidad: 50-55 /Slider: 45-50 /Control: 65-70.

Sin embargo, como todo lanzador joven, nuestro anfitrión tiene interrogantes y aspectos que debe perfeccionar.

Su físico siempre ha causado preocupación a los scouts, quienes no están seguros si su cuerpo va a aguantar 180-200 entradas de trabajo por temporada. Otra cuestión es su durabilidad a largo plazo, sin ser propenso a lesiones.

Y esta preocupación se ha generado, porque Montero se ha visualizado como un lanzador que pone todo su cuerpo en sus lanzamientos y que, por tanto, podría desgastarse con el alto incremento de episodios en una temporada. Estos argumentos han sido siempre las bases de cierta subestimación, y quizá sean la causa de que él no se encuentre entre la élite de los mejores prospectos, a pesar de su alto nivel de rendimiento.

Ahora, si bien la mecánica de Rafael Montero está lejos de ser perfecta, él posee un control excepcional y la habilidad de engañar a los bateadores con sus lanzamientos.

Y así ha llegado una nueva campaña para el quisqueyano, quien es catalogado como el tercer mejor prospecto de su organización y el número 68 de los mejores 100 prospectos de todo el béisbol organizado de los Estados Unidos, según el ranking que realiza cada año la prestigiosa publicación «Baseball America».

Su mirada parece estar fija en el «Big Show». Sin embargo -más allá de su desempeño- serán decisivas las opiniones y los planes de Terry Collins y Sandy Alderson, dirigente y gerente general de los Mets, respectivamente.

Collins ha manifestado que su ascenso no se producirá a corto plazo y que pretende que Montero supere las debilidades que presenta, para cuando se produzca el llamado, pueda responder en el momento oportuno consolidarse en la rotación.

De igual manera, Alderson ha indicado que Montero no hará su debut con los Mets antes de mayo, pues el conjunto no tiene prisa en promoverlo, además de que -en una primera etapa- podría ser usado como relevista.

Actualmente, los Mets tienen una rotación completa a nivel de Grandes Ligas, y al veterano Daisuke Matsuzaka como seguro de vida, ante cualquier eventualidad. No obstante, se pronostica que la aparición de Montero en el equipo grande podría producirse a mediados de la campaña.

Su mayor reto en estos meses es demostrar que está preparado para la Gran Carpa.

De lograrlo, nuestro personaje escribiría el más importante capítulo de una travesía que inició en la nada, con sueños y anhelos que aún esperan ser cristalizados.

Hector Gomez
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