La saliva defensora de tus dientes

Jose Luis Perez

Cuando vamos al odontólogo y nos sentamos en la silla, nos asusta pensar que pueda conseguirnos una caries. Y es de lógica. Todos, de alguna manera, tenemos miedo a esa sensación del taladro y al olor que produce. Por su puesto que esta visita es más sencilla cuando sólo nos hacen la limpieza y nos enseñan sobre el correcto cepillado. Sin embargo, algunas veces los médicos dentales se saltan una información de gran importancia. Y es sobre el control natural que hace la saliva en la prevención de daños en la dentadura.

La naturaleza es muy sabia, por eso antes de la existencia de las pastas y los cepillos dentales, el número de caries era casi ínfimo en comparación con la actual realidad. Claro está, no había tantas golosinas y alimentos azucarados que ayudaran a acelerar este proceso. Así que el cuerpo humano era capaz con la saliva que se almacenaba en la boca, de aminorar la aparición de las caries.

Y es que el proceso que inician las bacterias existentes en la boca para eliminar los restos de comida, concluye cuando éstas arrojan los excedentes estomacales, por llamarlos de algun modo, hacia afuera en forma de ácido. Ácido que al final es el causante del ataque real al esmalte dental. Y es en este momento, cuando la saliva aparece como un control natural.

La saliva no sólo hace más fácil masticar y tragar los alimentos. también ella ayuda a neutralizar el ácido y a eliminar los azúcares de la boca. E aquí lo fundamental de producir suficiente saliva, para evitar mayor riesgo de sufrir caries.

Una persona con buena salud bucal secreta aproximadamente 1500 ml de saliva. Y al dormir esta cifra baja a 40 ml. De allí la importancia del cepillado nocturno o el enjuague.

Cuando no tienes saliva

Pero hay personas que tienen problemas para producir la saliva, Esta  condición es denominada como xerostomía o sequedad en la boca. Ocurre cuando las glándulas salivales no producen suficiente saliva como para mantener la boca húmeda.

Dado que la saliva es necesaria para masticar, tragar, saborear y hablar, estas actividades pueden ser más difíciles con sequedad en la boca. Pero adicionalmente, se origina un desequilibrio en las bacterias presentes en la boca.

Sin la suficiente saliva las bacterias y otros organismos se desarrollan demasiado rápido. Esto puede provocar llagas e infecciones bucales, que incluyen candidiasis bucal, la cual es causada por la proliferación excesiva de un tipo de levadura.

La saliva también limpia la boca de los ácidos y las partículas de alimentos que quedan allí después de comer. Esto significa que la falta de saliva puede provocar enfermedad de las encías (enfermedad gingival) y caries dentales.

Un PH Neutro

La producción normal de saliva resguarda la boca bañando los dientes con anticuerpos que luchan contra los agentes patógenos; mientras mantiene el pH neutro entre 6.75 a 7.25. en nuestra boca. Cuando el PH baja de 5.5, comienzan una disminución de las bacterias saludables y se da un aumento de los microorganismos que causan caries.

Las mujeres embarazadas y las personas que toman medicamentos recetados pueden sufrir cambios en la cantidad de saliva producida, lo que disminuye el pH y, en última instancia, puede provocar caries y una enfermedad periodontal, por lo que tienen que cuidar más su salud oral. 

Adicionalmente, sin una buena salivación el aliento en la boca tiende a desagradar. Esto se llama halitosis.

Un metodo que evalúa el riesgo de caries

En California, el investigador John Featherstone, entre 2003 y 2007 ideó el método C.A.M.B.R.A. (Manejo de la caries mediante evaluación de riesgo), estrategia que evalúa el riesgo individual de caries en un paciente y las indicaciones de tratamiento para reducir este riesgo.

Según este método, los principales factores a analizar son: saliva, bacterias, dieta, flúor, estilo de vida. En nuestro caso sólo nos enfocaremos en lo que señala este estudio sobre la saliva.

El método CAMBRA implica la evaluación de la saliva estimulada. Para ello, se le pide al paciente que mastique una tableta de parafina durante 5 minutos. Luego debe llenar un recipiente con la saliva producida. En condiciones normales, la saliva recolectada con esta prueba debe ser mayor a 5.5 ml. Un valor inferior a éste debe inducir al dentista a intervenir en este parámetro. Un valor inferior a 2.5 ml está relacionado con la condición de xerostomía.

La muestra de saliva recolectada con la prueba anterior se puede usar para medir el pH.

Un pH superior a 6,8 se considera normal. En cambio, un valor de pH inferior a 5,8 se considera un factor de alto riesgo (1). Una permanencia frecuente del pH por debajo de este valor puede determinar, además del mayor riesgo de formación de cavidades cariosas, la aparición de erosión del esmalte, con la consiguiente exposición de las áreas de dentina.

Dada la presencia de bicarbonatos, en la saliva se crea un sistema de amortiguación que corrige la acidez de la cavidad oral después de la ingesta de alimentos. Si la capacidad de amortiguación de la saliva es buena, la resistencia del ambiente oral a la formación de caries será alta. Este aspecto es otro factor importante que es parte del método CAMBRA.

Cómo producir más saliva

Para aumentar la cantidad de saliva es de gran valor ingerir mucha agua. Otra sugerencia efectiva es el uso de chicle de xilitol (varias veces al día, durante un máximo de 5 minutos cada vez) y el consumo controlado de frutas, en particular kiwis, naranjas y arándanos.

Adicionalmente, algunos estudios señalan la necesidad de:

1.- Usar pasta de dientes que contenga bicarbonato;}

2.- Enjuagarse la boca con agua, o con agua y bicarbonato, al final de la comida, para contrarrestar la acidez y mejorar la capacidad de amortiguación;

3.- Terminar la comida con un alimento protector, como queso curado;

4.- Usar sustancias amortiguantes después de las comidas. Existen aerosoles de bicarbonato y de ácido hialurónico en el mercado capaces de mejorar la capacidad del amortiguación.

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