Un pie de atleta que no es nada deportivo

Jose Luis Perez

Es fascinante tener un cuerpo de atleta, pero… que ocurre cuando lo que tenemos es un pie de atleta. Por supuesto, la todo cambia. Y el orgullo de vernos con un buen cuerpo, se transforma en una vergüenza por no quitarnos los zapatos en público.

Y es que la transpiración de los pies por usar zapatos ajustados o cerrados completamente hace que en los dedos comiencen a aparecer pequeñas infecciones fungicas. Esto suena horrible y lo es pues la infección micótica, como comunmente se conoce, es causada por un hongo, que se  reproduce diseminando esporas microscópicas que suelen estar en el aire, y entran en contacto con la piel. Los calcetines y los zapatos húmedos, más el calor y la humedad pueden favorecer la proliferación de estos organismos.

El más corriente de estos hongos es el que genera el pie de atleta (tiña pedis o dermatofitos). Suele ocurrir en personas a las que les transpiran mucho los pies cuando usan zapatos ajustados.

Los signos y síntomas de pie de atleta incluyen un sarpullido escamoso y con picazón. Esta suele ser contagiosa y puede transmitirse a través de pisos, toallas o ropas contaminadas, razón por la cual hay que tener mucho cuidado al bañarse en espacios públicos. También puedes propagarlo del pie a otras partes del cuerpo, especialmente si te rascas o te tocas las zonas infectadas.

 

¿Cómo puedes contraerlo?

  • Al usar calzado cerrado con frecuencia.
  • Al sudar intensamente.
  • Al compartir alfombras, tapetes, ropa de cama, ropa o zapatos con alguien que tiene una infección fúngica.
  • O al caminar descalzos en áreas públicas donde la infección puede propagarse, como vestidores, saunas, piscinas, baños y duchas comunes.

Cabe señalar que si bien puede tratarse con medicamentos antimicóticos, lo más probable es que la infección a menudo regrese, si no se ataca el origen que lo causo.

¿Cómo saber si tienes pie de atleta?:

  • La piel se vuelve escamosa, agrietada o se descama entre los dedos de los pies y puede extenderse a los costados del pie.
  • Hay ardor o escozor o picazón, en especial justo después de quitarse los zapatos y los calcetines.
  • La piel se vuelve rojiza, violácea o grisácea, según el color de tu piel.
  • Salen ampollas.

¿Cómo evitar el pie de atleta?

  • Usa sandalias o evita usar zapatos cerrados al estar en casa. Deja que los pies respiren.
  • Lávate los pies a diario especialmente entre los dedos.
  • Aplica polvo medicinal para pies si eres propenso al pie de atleta.
  • Cámbiate los calcetines al menos una vez al día y más a menudo si te sudan mucho los pies.
  • No uses un mismo tipo de zapato.
  • Protégete los pies en lugares públicos.
  • No compartas tus toallas o zapatos, ni uses los de otra personas.
  • Trata de no rascarte el sarpullido. 

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