Sudar: un proceso de enfriamiento natural

Jose Luis Perez

Al entrenar generalmente sudamos la gota gorda… y no es una frase retórica es una realidad. Sudar es el mecanismo que emplea el cuerpo para enfriarse cuando la temperatura corporal aumenta. En este caso, el sistema nervioso activa automáticamente las glándulas sudoríparas quienes se encargan de poner en marcha este aire acondicionado. 

Generalmente, el cuerpo se encuentra a una temperatura aproximada de 98.6ºF (37ºC). Cuando no es así, al cerebro no le gusta y envía un mensaje al organismo que controla la temperatura, el hipotálamo. Éste ordena a las glándulas sudoriparas secretar sudor a través de la piel que al evaporarse reduce la temperatura.

Sudar no es más que expulsar 90% de agua y el resto en sales, minerales, sustancias orgánicas, lactato y urea. El sudor se produce en las axilas, los pies y las manos, aunque ante temperaturas ambientales elevadas o la práctica de ejercicio intenso, puede aparecer en otras partes. 

En condiciones normales, un adulto puede producir alrededor de medio litro de sudor por hora. En condiciones de esfuerzo intenso/deporte y calor extremo se pueden producir de 3 a 4 litros aproximadamente, en una hora.

De allí que es necesario reponer esta agua bebiendo mucho líquido para no sufrir de deshidratación un problema que siempre puede estar latente. Especialmente, porque al sudar también se pierden algunas sales que son necesarias reponer.

El mal olor no es culpa del sudor

Las glándulas sudoriparas de acuerdo con su ubicaciónn pueden ser:

1.- Glándulas ecrinas las cuales se localizan prácticamente por toda la superficie de la piel. Son muy abundantes en la cara (unas 300 glándulas /cm2) y en los pies (unas 800 glándulas/cm2)

2,.- Glándulas apocrinas, éstas se localizan en sitios concretos (axilas, ingles, genitales, aréolas, pezones, conducto auditivo externo y párpados). Ellas suelen producir un sudor algo distinto, inodoro pero con abundantes precursores de sustancias odoríferas.

Las investigaciones señalan que el sudor como se indicó más arriba es inodoro, salvo el que se produce en las axilas y en la zona del pubis, donde se ubican las glándulas apocrinas que secretan con el sudor una serie de ácidos grasos y proteínas que fermentan por la acción de las bacterias presentes en la piel. El pie de atleta es un ejemplo de esta situación. Los pies realmente no huelen. El olor se debe a la acumulación y fermentación de restos  en los zapatos y a que éstos no se cambian de forma habitual.

Sudar de más, tiene sus riegos

En algunos casos, la transpiración se puede salir fuera de control convirtiéndose en un problema de salud cuyo nombre científico es hiperhidrosis.

La causa puede ser la existencia de una enfermedad previa (hiperhidrosis secundaria), pero lo cierto es que el 1% de la población padece hiperhidrosis primaria, es decir, sin que haya otra causa asociada.

El tipo más frecuente de hiperhidrosis se denomina «hiperhidrosis focal primaria» (esencial). En este tipo de hiperhidrosis, los nervios responsables de enviar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos, a pesar de no haber sido desencadenados por la actividad física ni el aumento de la temperatura. Al estar estresado o nervioso, el problema empeora aún más. Las zonas donde más se ve su actuación son las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, el rostro.

Así que si notas que sudas de más, es posible que sea una señal de que debes comenzar a usar un desodorante o un antitranspirante. Pero si crees que tienes un problema de sudor muy fuerte, busca las recomendaciónes de un médico especialista.

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